La gestión energética consiste en la optimización en el uso de la energía buscando un uso racional y eficiente, sin disminuir el nivel de prestaciones. A través de la gestión energética se detectan oportunidades de mejora en aspectos relacionados con la calidad y seguridad del sistema energéticos, logrando que los usuarios conozcan el sistema, identifiquen los puntos consumidores e implanten mejoras, alcanzando altos niveles de eficiencia energética.
1. Análisis Energético (incluye contabilidad energética).
Consiste en la situación energética de los diferentes equipos y operaciones básicas, mediante una auditoria energética que permita conocer:
ü Consumos instantáneos.
ü Consumos en un periodo.
ü Pérdidas de calor.
ü Pérdidas eléctricas.
ü Estados de los equipos.
ü Rendimientos energéticos.
ü Medidas de mejora.
2. Estructura.
Una gestión energética eficaz necesita de una estructura organizativa acorde y los medios necesarios para lograrla.
3. Programa de ahorro energético.
La elaboración de un plan o programa de ahorro energético se realiza a partir de los datos obtenidos por el análisis energético.
Consiste en:
ü Motivación y sensibilización de todo el personal de la organización.
ü Mejoras de baja inversión.
ü Mejoras de alta inversión.